Los orígenes de la vida
Complejo lagunar declarado Reserva Natural y Humedal Singular por la diversidad y las peculiaridades de su flora halófila y por la fauna que reúne, especialmente de aves acuáticas. Destaca la salada Grande, único caso en Europa Occidental de laguna endorreica salina de aguas profundas y permanentes. En las extremas condiciones de sus fondos se desarrollan tapetes microbianos arcaicos, verdaderos fósiles vivientes. También son excepcionales los paleocanales (antiguos canales) de su entorno.
El corazón del Pirineo
El valle de Ordesa es el paraje más emblemático y visitado del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de los primeros espacios naturales protegidos de España. Auténtico corazón del Pirineo, reconocido como Patrimonio de la Humanidad, atesora una gran biodiversidad, el macizo calcáreo más elevado de Europa y uno de sus glaciares más meridionales. Otros preciosos lugares del Parque cercanos a Ordesa son el cañón de Añisclo y los valles de Pineta y Escuaín.
Corazón del Parque Cultural
El río Martín se encañona a lo largo de casi 11 kilómetros entre las preciosas localidades turolenses de Peñarroyas (Montalbán) y Alcaine. Es el corazón del Parque Cultural del Río Martín, en el que el hombre y la naturaleza conviven desde la prehistoria, cuando fue convertido en un gran santuario al aire libre. La combinación de roca y agua, el encuentro con grandes rapaces y cabras monteses y las huellas de ese pasado remoto, en forma de pinturas y grabados rupestres, siguen hoy fascinando.
Explosión de colores
Es uno de los bosques pirenaicos donde el otoño despliega con mayor esplendor toda su paleta de colores. Ubicado entre Sarvisé y Fanlo, el barranco del río Chate/Xate atesora una riquísima comunidad vegetal de pinos silvestres, hayas, abetos, quejigos, robles, álamos…, que componen un espectacular mosaico multicolor otoñal. Las cristalinas aguas y las pozas del Chate, uno de los ríos mejor conservados de Aragón, son muy apreciadas por los bañistas.
Reserva ornitológica
El Planerón es una llanura endorreica flanqueada por muelas como La Lomaza. Ambas conforman un excepcional paraje estepario, muy bien conservado, donde se ubican la Reserva ornitológica de El Planerón, creada por SEO/BirdLife en 1992, y el Refugio de la Fauna Silvestre de La Lomaza. Entre su interesante vegetación adaptada a suelos yesosos, se encuentra una valiosa avifauna esteparia, con especies emblemáticas como la alondra de Dupont y otras (terrera marismeña, ganga, ortega, alcaraván, etc.).
Mirador de grandes rapaces
Es uno de los embalses más antiguos de Aragón, rodeado de hermosos parajes, como los cañones del Huerva, en la cola del embalse. Enmarca su vaso, la peña del Moro, una pared calcárea de 80 m de altura que, junto a otros cortados próximos, es un lugar óptimo para observar grandes rapaces: buitres leonados, alimoches (en periodo estival), algún águila real, la escasa águila azor-perdicera, el halcón peregrino y, fuera de las repisas, aguilillas calzadas y culebreras europeas. Tampoco falta el búho real.
Santuario prehistórico
Recorrido por el cauce encajonado del río Martín de gran valor paisajístico, natural y cultural, en cuyas paredes rocosas se encuentran hasta cinco importantes abrigos con pinturas rupestres declaradas Patrimonio Mundial. Es, por tanto, un espacio sacralizado desde la prehistoria, como otros existentes en diversos puntos del Parque Cultural del Río Martín, y un territorio de rapaces rupícolas (buitre leonado, alimoche, águila real y águila azor-perdicera, entre otras) y cabras monteses.
El Ebro singular
Los galachos son meandros abandonados por el río Ebro en su tramo medio, convertidos en fértiles sotos y humedales singulares. En ellos anidan aves acuáticas (anátidas, fochas, garcetas, martinetes) que conviven con la nutria, los galápagos europeo y leproso, el tejón… Los de la Alfranca son los mejor conservados de un conjunto protegido como Reserva Natural. Albergan un centro de visitantes, con múltiples actividades, y la sede del CIAMA (Centro Internacional del Agua y el Medio Ambiente).
Palacio subterráneo
Las grutas de Cristal de Molinos son un verdadero palacio subterráneo formado por la precipitación milenaria del carbonato cálcico disuelto en el agua. Destacan por la abundancia de depósitos cristalinos de calcita, formaciones arborescentes y estalactitas excéntricas (helictitas) de preciosas formas. Declaradas Monumento Natural e integradas en el Parque Cultural del Maestrazgo, uno de sus accesos (cueva de las Graderas) alberga una importante población de murciélagos. Foto: © Juan Carlos Gordillo
Calidad turística natural
Profundos cañones paredes rocosas que superan los 100 m de altura; una rica avifauna rupícola (buitre leonado, alimoche, halcón peregrino, búho real…), además de otras especies propias del río (nutria, martín pescador o mirlo acuático); importantes manifestaciones culturales (el santuario rupestre de la Virgen de Jaraba, apriscos rocosos, pinturas rupestres levantinas, etc.) suman su atractivo a los cercanos balnearios de Jaraba. De ahí su declaración de Espacio de Interés Turístico.
Un lago de leyenda
Es uno de los ibones o lagos de montaña más hermosos del Pirineo, ubicado a 1.900 m de altitud, entre picos que superan los 2.500 m y rodeado de prados y rodales de pino negro que llegan hasta su orilla. Este precioso lugar es hábitat de especies tan singulares como el urogallo, el mochuelo boreal y el mirlo capiblanco, sobrevolados por el quebrantahuesos. Sus aguas también son legendaria morada de un hada o ‘mora’, creencia que se actualiza cada año en la celebración de la noche de San Juan.
Lagos bajo el volcán
Ubicados a 2.235 m de altitud, a los pies del pico Anayet (2.559 m), pitón volcánico que es uno de los pocos restos de vulcanismo en Aragón, y ante la imponente vista del Midi d’Ossau, estos lagos glaciares configuran uno de los parajes más hermosos del Pirineo. El lugar destaca por su heterogeneidad geológica y medioambiental, debido a las importantes turberas y prados alpinos que los rodean, de ahí su protección como Humedales Singulares.
Reino de los ibones
Ubicados en el precioso valle de Estós, cercano a Benasque, forman parte de los numerosos lagos de alta montaña de origen glaciar que conforman un verdadero reino de los ibones en el macizo de Posets-Maladeta. La Senda Pirenaica GR 11 nos conduce hasta ellos atravesando un abanico vegetal en el que se suceden los bosques mixtos caducifolios, el hayedo abetal, el pino negro y la tasca alpina. El lugar permite acercarse a otros ibones como los de Perramó, siempre bajo la dominadora presencia de las agujas de Ixeya (2.837 m), las cumbres del Perdiguero (3.219 m) y del Posets (3.371 m).
Tras las huellas de los dinosaurios
Es uno de los enclaves paleontológicos más importantes de la Península Ibérica, con seis yacimientos de huellas de dinosaurios señalizados, entre ellos, los de mayor número de icnitas de Aragón. Su singularidad y relevancia científica han dado fama mundial a Galve, donde se ubicó un Museo Paleontológico (1993) y una de las subsedes de Territorio Dinópolis (Legenpark). En la ribera del río Alfambra hay reproducciones de algunos dinosaurios.
Paraíso de las grullas
Es el humedal salino mejor conservado de Europa Occidental y el mayor humedal interior de la península (14,5 km²). Un ecosistema singular, declarado Reserva Natural y sitio Ramsar, con plantas endémicas y más de 200 especies de aves acuáticas y esteparias. Sobresale entre ellas la grulla común, que tiene aquí uno de sus principales lugares de paso migratorio (más de 135.000 contabilizadas en un mismo día) y de invernada (unos 10.000 ejemplares).
Refugio de fauna silvestre
Muy próxima a Sariñena, esta laguna es uno de los mayores humedales de España y, desde el punto de vista ecológico, uno de los mejores del noreste español. Se han llegado a contabilizar más de 11.000 aves invernantes y se han observado 231 especies distintas; entre ellas, algunas tan exclusivas como el escaso avetoro, el calamón, la garza imperial, el bigotudo… Este importante espacio está protegido como Refugio de Fauna Silvestre y cuenta con un centro de visitantes. Foto: Comarca Los Monegros
Jardín histórico
Fue uno de los primeros cenobios cistercienses de Aragón (1195) y figura entre sus lugares más visitados. Levantado en estilo gótico junto al río Piedra, sumó luego un monasterio nuevo renacentista con ampliación barroca. En 1840 lo adquirió la familia Muntadas, que modificó el curso del río y creó un hermoso paisaje de cascadas. Declarado Jardín Histórico, alberga museos dedicados al Vino y al Chocolate (fue el primer lugar de Europa donde se elaboró), y un hotel con spa.
La montaña mágica
El Moncayo es la cumbre del Sistema Ibérico (2.315 m) y una de las mayores elevaciones de España. Auténtica isla bioclimática, su singular geomorfología, reúne en su sierra una gran diversidad vegetal que abarca desde el bosque mediterráneo hasta el boreal, con numerosos endemismos. Protegido como Parque Natural, es un enclave singular en el valle del Ebro y cita obligada para todos los amantes de la naturaleza y de la montaña, además de ser un lugar rodeado de leyendas.
La muralla china de Aragón
Perteneciente a la sierra del Montsec de Aragón, la muralla de Finestras es, en realidad, un par de espectaculares crestas rocosas calcáreas, verticales y paralelas. Esta gran barrera natural, de perfil aserrado, que hoy flanquea el embalse de Canelles y que es conocida popularmente como la ‘Muralla china’, sirvió para alojar el castillo de Finestras, del que resta la ermita románica de San Vicente, en lo que es un lugar de gran interés paisajístico, natural y patrimonial.
Monumento natural del agua
Es el nacedero de río más singular y espectacular de Aragón. Brota con fuerza de la roca caliza por dos ojos o surgencias kársticas y discurre cincelando un cañón de elevadas paredes. Declarado Monumento Natural, es un acuífero libre que ha generado un entorno de gran belleza, accesible por sendero sin dificultad. Destaca la diversidad de su flora y las poblaciones de trucha, cabra montés o buitre leonado, junto a otras rapaces y especies protegidas con la nutria. Foto: © Juan Carlos Gordillo
El manantial del Moncayo
Conjunto de manantiales con un flujo constante de agua a 22,4 ºC, el más interesante ejemplo del sistema hidrológico subterráneo del Moncayo. Forman un pequeño humedal, espacio natural de rica flora acuática frecuentado por variedad de aves y que está perfectamente acondicionado para la visita en familia como área de senderismo y de recreo. Hay un centro de interpretación ubicado en los lavaderos y en la cercana villa están los restos de un magnífico castillo musulmán.
El tiempo esculpido
Espectacular conjunto de agujas rocosas que asemejan los tubos de un gigantesco órgano, resultado de la erosión diferencial de estratos planos, casi verticales, de roca caliza. Monumento Natural de alto valor ecológico, con una fauna entre la que destacan las aves rupícolas y la cabra montés, es también una de las imágenes emblemáticas del Maestrazgo turolense y uno de los mejores ejemplos de la riqueza geológica que atesora el Sistema Ibérico en la provincia.
200 millones de años atrás
A través de distintas rutas turísticas, podemos contemplar prácticamente todos los procesos geológicos (de geodinámica, sedimentación y erosión) acontecidos en la zona en los últimos 200 millones de años. Algunas de sus formaciones son relieves espectaculares y están consideradas como ejemplos únicos en el mundo. El Parque Geológico, pionero en su género, atesora también un valioso registro paleontológico, con abundantes fósiles.
El corazón de Els Ports
Dentro del macizo calcáreo de Els Ports o Los Puertos, el Parrisal despliega toda su belleza. El río Matarraña forma hermosas pozas entre bosques de coníferas e impresionantes formaciones rocosas de aspecto acuchillado, conocidas como gubies; y el paraje de Els Estrets (los Estrechos) es el auténtico corazón de unas montañas donde la cabra montés, la nutria y la mariposa isabelina son especies de fauna destacada. Además, las pinturas rupestres de la Fenellassa son Patrimonio de la Humanidad.
Dominio del quebrantahuesos
Espectacular y sencillo recorrido que se asoman entre robles y arces a las gargantas del río Yaga y nos sitúa frente a las paredes del Castillo Mayor (2.014 m), donde anidan las tres grandes rapaces del Pirineo: el quebrantahuesos, el águila real y el buitre leonado. Pasa junto a las ruinas de la ermita rupestre de San Lorienz y termina en un mirador sobre la estrechísima garganta de Escuaín. Ideal para practicar el senderismo en familia por su mínima pendiente y corto recorrido.
Laboratorio natural
Es el conjunto de lagunas endorreicas, temporales y salinas más extenso e importante de Europa, único en Europa Occidental (26 cubetas y 8.144 ha). Humedal de Importancia Internacional, forma parte del complejo endorreico Monegros Sur, un laboratorio al aire libre donde agua y sal se mueven en un ciclo natural cerrado. Su fauna y flora son muy interesantes, con aves acuáticas, raros y exclusivos invertebrados, ricos tapices de algas y de microorganismos extremófilos.
Insólito salinar
Son las salinas de mayor extensión y fama de Aragón, con más de 250 pequeñas balsas inundadas por agua subterránea, cargada de cloruros y sulfatos. Están documentadas desde 1224, pero se sabe que en esta zona ya había salinas en tiempos romanos. En activo hasta hace unas décadas, llegaron a producir 5.000 toneladas de sal al año. Hoy son un singular paisaje antropizado que nos ilustra sobre una ancestral tradición.
El gran bosque
Paraje de gran riqueza natural, alberga los bosques de hayas y abetos más extensos, mejor conservados y hermosos de Aragón. Cuenta con árboles monumentales como el haya de la Caseta Pascual (23 m de altura) y el pino de Oza (22 m de altura). Entre esta zona y las cercanas de Guarrinza, Aguas Tuertas, Acherito y Piedrafita, se da la mayor acumulación de monumentos megalíticos del Pirineo aragonés, destacando en pleno bosque el yacimiento de la Corona de los Muertos.
De Teruel al cosmos
La bóveda celeste en el entorno de la Sierra de Javalambre es un espacio privilegiado para la contemplación nocturna, uno de los lugares donde más estrellas pueden contemplarse a simple vista, por sus cielos despejados, oscuridad del cielo, nitidez, transparencia , su atmósfera limpia de contaminantes o baja contaminación lumínica. Por ello, en el pico del Buitre, cima contigua al Pico Javalambre, se ha ubicado el Observatorio astrofísico de Javalambre, gestionado por el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón, una de las infraestructuras astronómicas más ambiciosas de España. Durante el día, desde las cimas de Javalambre, se ofrecen espectaculares vistas panorámicas y un característico paisaje de “piel de leopardo”, salpicado de manchas de sabina rastrera y otras plantas de altura. Foto: © CEFCA
Espíritu agreste
Cubierta de extensos pinares, su quebrada orografía esconde sorpresas geológicas como algunos de los ríos de bloques de roca de mayores dimensiones del mundo. Parte de estos montes están incluidos dentro de una Zona de Especial Protección para las Aves y de un Lugar de Importancia Comunitaria; y algunos de sus parajes imprescindibles son el santuario de la Virgen del Tremedal, la fuente del Canto, la laguna de Noguera, el pico Caimodorro (1.936 m) y la propia localidad de Orihuela del Tremedal.
Oasis subterráneo
De origen kárstico, única en Europa por su geología, es una de las simas más espectaculares y valiosas de España, por sus dimensiones (75-80 m de diámetro, 86 m de profundidad más los 22 m de su lago interior) y por la gran variedad de animales y vegetales que la habitan. Constituye un oasis en un territorio árido, un ecosistema propio con más de 25 especies de vertebrados, entre las que destacan las importantes colonias de murciélagos. Cerca está el destacado yacimiento ibérico de San Pedro de los Griegos.
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